Lo segundo que debemos de tratar, que va ligado con la pasión, son dos cosas importantes, recuerdalo siempre que puedas. Una es la pasión y el otro es el sufrimiento.
Tienes que sufrir para conseguir tu pasión, tienes que: no dormir, no comer, no respirar hasta no conseguir lo que quieres. Hasta no llegar ahí.
¡No hacer nada hasta no llegar ahí!
No tener fines de semana, no tener vacaciones, no tener días libres hasta llegar ahí. La única forma realmente de terminar en la cima es sufriendo. Llorarás, sangrarás y sobre todo, sudarás para llegar a lo que deseas.
Es la única forma. Y así le demostrarás a todo el mundo que realmente te haz tomado en serio que deseas estar ahí. Y que harás lo que haga falta para conseguir tu pasión. No importa que no seas el mejor, pero esforzándote y sufriendo vas a conseguir algo que poca gente tiene.
Lo cual es la dedicación, la constancia. Te darás cuenta que controlarás tu tiempo, durmiendo poco, comiendo poco, equivocándote y siguiendo hacia adelante.
Es la única forma ¡Sufriendo, sufriendo y sufriendo!
Claro que no es fácil. Sin embargo que sea difícil no significa que vaya a ser imposible. Quizá lo sientas así, pero lo que realmente significa es que hace falta un poco más de concentración, dedicación, unas horas más.
Por ejemplo, los rompecabezas de 2 piezas no se venden. Nadie quiere rompecabezas de 2 piezas. Porque los que realmente valen la pena son los de 1000. Éstos son realmente los que se encuentran en las paredes de las habitaciones para demostrar lo que se ah conseguido,
Y así podrás decir “¡Lo eh hecho! ¡Algo que completamente se decía era imposible, lo eh hecho!”. Pero no es imposible, tan sólo complicado, laborioso. Hace falta dedicación, hace falta esfuerzo, nada más.
Por lo que hay que resaltar, pasión es algo que te llena por dentro. Es como el amor, cuando te enamoras lo sientes por dentro, lo notas por dentro. Busca cosas, y recuerda que no es sólo lo que te gusta, son cosas que hacías antes, cosas que te dabas cuenta que podías hacer horas y horas sin darte cuenta del tiempo.
Tu pasión es lo más importante en la vida, no hay nada más importante que encontrar la felicidad. No hay nada más importante que sentirte satisfecho dentro de dos años y decir “¡Lo eh logrado! ah valido completamente la pena y me eh logrado lo que me propuse” “Voy a ser alguien que ah logrado lo que realmente quería, eh dejado una huella y no eh sido alguien más del montón, eh logrado lo que amaba hacer”.
Si realmente estas dispuesto a sufrir por eso, vas a ser feliz, garantía asegurada. Así te digas “He pasado 8 años sin fines de semana, he pasado días sin dormir y estoy realmente cansado, pero lo he conseguido”.
Y para terminar, te dejo una reflexión que me ah encantado, una reflexión que te servirá en tu camino…
El águila es una de las aves de mayor longevidad. Llega a vivir 70 años. Pero para llegar a esa edad, en su cuarta década tiene que tomar una seria y difícil decisión.
A los 40 años, ya sus uñas se volvieron tan largas y flexibles que no puede sujetar a las presas de las cuales se alimenta. El pico alargado y en punta, se curva demasiado y ya no le sirve. Apuntando contra el pecho están las alas, envejecidas y pesadas en función del gran tamaño de sus plumas, y para entonces, volar se vuelve tan difícil!
Entonces, tiene sólo dos alternativas: Dejarse estar y morir… o enfrentar un doloroso proceso de renovación que le llevará aproximadamente 150 días. Ese proceso consiste en volar a lo alto de una montaña y recogerse en un nido, próximo a un paredón donde ella no necesita volar y se siente más protegida.
Entonces, una vez encontrado el lugar adecuado, el águila comienza a golpear la roca con el pico ¡hasta arrancarlo! Luego espera que le nazca un nuevo pico con el cual podrá arrancar sus viejas uñas inservibles. Cuando las nuevas uñas comienzan a crecer, ella desprende una a una, sus viejas y sobrecrecidas plumas. Y recién después de todos esos largos y dolorosos cinco meses de heridas, cicatrizaciones y crecimiento, logra realizar su famoso vuelo de renovación, renacimiento y festejo para vivir otros 30 años más.
En nuestra vida también nos toca vivir procesos de reconversión, o sufrir la pena de sucumbir. Tenemos que resguardarnos por algún tiempo, meditar largamente y someternos a grandes sacrificios de desprendimiento, para desarrollar los cambios (de modo semejante al del águila), y luego ser capaces de recomenzar nuestra vida con nuevos bríos y esperanzas.
Durante ese tiempo reflexionaremos sobre los pesados recuerdos; remordimientos o culpas, malos hábitos, costumbres y prejuicios que nos causaban dolor.
Haremos hincapié en aquellos que no nos dejaban vivir ni permitían surgir nuevos valores, ni que aprendiéramos todo lo que es útil para los nuevos tiempos, y mucho menos volar.
Si eso que te gusta en realidad, eso que te encanta, es y será tu pasión, pero es por lo que debes de sufrir, lo terminarás consiguiendo.
Just Livin Man!