Una manera de juzgar un aceite, radica en su proposición de grasa monoinsaturada y saturada (PGMS) con que dispone en su composición: “Cuanta más alta sea la primera mejor”, dice Lola O´Ruke, RD, vocera de la American Dietétic Assosiation. Así que antes de meterlo a tu boca echa un vistazo a tus mejores opciones.
Aceite de Canola (PGMS DE 10 a 1)
Posee la menor cantidad de grasa saturada de los aceites de cocina comunes, por lo que reduce los daños al corazón. El aceite tipo canola es la mejor opción de saltear o freír los alimentos, ya que no se degrada a altas temperaturas y mantiene un sabor neutro. Para mejorar la pérdida de tu grasa corporal intenta con las opciones que dispongan de una combinación de aceites de canola y soya, porque se elimina con mayor facilidad del cuerpo por medio del ejercicio, debido a que se almacena como fuente de energía.
Aceite de Oliva (PGMS de 5 a 1)
Contiene antioxidantes y ácidos grasos monoinsaturados que ayudan a mantener el colesterol bajo en las arterias. Desafortunadamente, éste tiene una temperatura de degradación relativamente baja, lo que significa que no es la opción indicada para freir o cocinar a altas temperaturas.
Aceite de Cacahuate (PGMS 5 a 2)
El aceite de esta oleaginosa no es muy alto en grasas saturadas, y su gran sabor y la temperatura elevada de degradación lo convierten en una opción excelente para cocinar, dice O´Rourke.
Aceite del Maíz (PGMS 2 a 1)
El aceite del maíz es bastante versátil, pero suave; es reducido en grasas saturadas, ocupa más el quieto sitio para la salud en general.
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