¿Por qué los hombres acuden a las prostitutas? ¿Qué hay detrás del hecho de pagar por tener sexo? Lo primero que quiero dejar claro es que a nadie se le va a estigmatizar con este post, ni acuñar moralismos de ningún orden. Si tú has pagado por servicios sexuales (siendo hombre o mujer) es asunto tuyo, acá no encontrarás prejuicios ni señalamientos que no vienen al caso, sino un par de artículos con los que pretendo abrir un poco más la perspectiva acerca de esta tendencia y sus múltiples causas.
Un par de estadísticas
Empiezo por algunos datos que arrojan las investigaciones y estadísticas disponibles, donde aproximadamente el 75% de los hombres se manifiesta arrepentido de haber pagado una prostituta. Esto se debe a la culpa originada en algunos por padecer algún tipo de disfunción sexual o su propia incapacidad para seducir una mujer y tener que acudir al pago por sexo.
Por otra parte, el rango de edad con más clientes se ubica entre 35 y 50 años. Sí, como podrás suponer, se trata en efecto de hombres casados o que viven en pareja. De ahí es posible inferir una gran parte de las causas por las que un hombre “se va de putas”.
1 – Abstinencia
Sexo, nada más que sexo. La necesidad natural que hay en el hombre por tener sexo lo conduce a las prostitutas porque dentro de su contexto no tiene una novia o amiga que le pueda satisfacer. Algunos tienen un marcado hábito sexual, es decir, no pueden pasar más de uno o dos meses sin tener sexo, de modo que luego de un ruptura con una pareja estable acuden a los servicios sexuales si no han suplido el rol de su anterior novia.
Otras veces, este tipo de abstinencia es temporal dentro de la pareja debido a causas como el embarazo de ella (y él no quiere tener sexo mientras ella está en ese estado o en post-parto) o alguna incapacidad médica.
2 – Insatisfacción Sexual
Otra de las razones tiene su origen en la pareja. Algunas esposas o novias no están dispuestas o no disfrutan del sexo oral, anal o el cumplimiento de fantasías como los tríos, relaciones sado-masoquistas, etc. Cuando este tipo de necesidad no logran ser satisfechas, el hombre decide pagar por tenerlas.
3 – Soledad e Incapacidad para Seducir
Como es de esperarse, otra de los motivos está ligado directamente a la ausencia de habilidades seductivas. Factores como la timidez e inseguridad impulsan a los hombres a contratar acompañantes (escorts) o prostitutas para romper con la soledad afectiva que los inunda.
Algunos hombres llegan a experimentar tal grado de timidez, que pagan una prostituta ni siquiera por el sexo en sí, sino porque es la única forma de experimentar las caricias de una mujer en un sentido afectivo.
Just Livin Man!