Los que han seguido mis publicaciones en Twitter tal vez se hayan dado cuenta de que varias veces al año salgo de la ciudad a practicar escalada en roca y deportes extremos. Pues bien, aunque a primera vista no haya mucha relación con la seducción, lo cierto es que hay varias lecciones ligadas al miedo, la perseverancia, el dominio del arte y la disciplina.
Sobra decir que más allá de lo que aprendas de este post te recomiendo este deporte. Liberar adrenalina y salir del asfalto propio de una capital nunca está de más.
La Disciplina
Como cualquier otro deporte, arte o actividad, la escalada requiere entrenamiento constante. No sólo a nivel físico para adquirir resistencia, sino a nivel psicológico. La emoción predominante en los novatos es el miedo a resbalarse o caer, pero en la medida en que se escalen más rocas, este pequeño pánico se irá.
En la seducción ocurre exactamente igual. El miedo a acercarse a una chica o de avanzar en el contacto físico suele ser el común denominador de los aprendices de este arte. ¿Cómo vencer ese miedo? Además de preparar tu Juego Interno antes de salir de ligue, es vital la experiencia. Nada como comprobar en la práctica que no pasa absolutamente nada de lo que tu miedo te dice.
¡Arriésgate!
Estaba en una roca que exigía cierto grado de técnica. Me conocía perfectamente y sabía que no iba a poder ejecutar el cambio de postura para seguir ascendiendo. Si lo intentaba era seguro que me iba a caer. Mi entrenador no me dejó bajar ni me ayudó con la cuerda, así que viendo que el sudor en las manos igual me iba a hacer caer decidí intentar la maniobra… ¡lo logré!
Reí mientras terminaba el ascenso de lo tonta que había sido mi cobarde actitud. Cuando bajé mi instructor me lo dijo: “Mejor resbalar en el intento que nunca haberse atrevido, ¿que tal si te hubieras bajado sin intentarlo y luego haberte dado cuenta de que si podías?”.
Si te gusta una chica en el trabajo, en la Universidad, en un bar o en donde sea. Tal vez pienses “no voy a lograrlo”, “seguro me va a rechazar”. Créeme, en la roca estaba seguro de que me iba a caer, pero la realidad era otra. Nunca sabrás lo que va a pasar hasta que lo intentes. No hay nada escrito.
El Último Tramo
A algunos escaladores les sucede algo bien particular: han ascendido 40 metros y se rinden cuando les faltan 15. No es cansancio como algunos creen, sino que se juntan factores como el vértigo que les produce el mirar hacia abajo desde la altura o creer inconscientemente que el último tramo debe ser el más difícil de todo el recorrido. La mente nos juega una vez más una mala pasada.
Cuando seduces a una chica completas cierto proceso: acercarte para conocerla, proyectar valor, crear una conexión emocional, aumentar el contacto físico, etc, etc. Hay muchos hombres que son muy buenos en llegar hasta aquí, pero se bloquean en el último tramo: el beso.
Ella está esperando que actúes y si no haces algo terminará pensando que la quieres sólo como amiga. Ya has escalado un montón de obstáculos como para rendirte a un paso de la cima, ¿no crees?
El Siguiente Reto
Las primeras rutas de escalada suelen ser bastante fáciles. La idea es acostumbrar al cuerpo y la mente al ejercicio, el vértigo, la técnica, etc. Pero cuerpo y mente terminan exigiendo una ruta más difícil, una cumbre más alta: el siguiente reto.
Si estás empezando a seducir y necesitas ganar confianza empieza por retos sencillos y comienza a incrementar el grado de “dificultad”. Lo coloco entre comillas porque te darás cuenta de que una mujer atractiva (como una actriz o una modelo) es igual o incluso más fácil de seducir que una chica normal, pero simplemente te faltaba la seguridad en ti mismo que te brinda la experiencia.
Just Livin Man!