Aunque existe toda una gama de fantasías sexuales femeninas, el post he querido reservarlo para aquellas que son poco comunes, o por decirlo de otra forma, las que son más difíciles de admitir por parte de ellas porque forman parte de contenidos inconscientes que suelen reprimirse rápidamente.
Lo he trabajado de esta manera porque este tema normalmente es abordado una perspectiva superficial y hasta mojigata (por ejemplo, algunas publicaciones sugieren el sexo oral como una fantasía, cuando se trata en realidad de algo muy común).
También vale la pena tener en cuenta que hablar de seducción y placer es algo que entra en el terreno de lo personal, de lo que a cada mujer excita y genera atracción de manera particular, de modo que evita caer en el error de generalizar.
Violación
Sí, entramos pisando fuerte, pero ojo: una mujer no quiere ser violada. La fantasía de la violación tiene que ver con el deseo irrefrenable que genera en un hombre. Ella quiere ser el objeto de deseo que es capaz de hacer que un hombre simplemente no pueda controlarse.
Para emularla puede acudirse a la sujeción de manos, el forcejeo, quitar apenas las prendas necesarias o juegos de sadomasoquismo (siempre y cuando sea de mutuo acuerdo).
Prostituta
Esta fantasía está ligada a la represión de la sexualidad en la mujer. Ser una prostituta significa dar rienda suelta a su carga erótica y ser al mismo tiempo un centro de atención sexual (como lo sería una stripper).
De aquí también se desprenden actitudes exhibicionistas como el vestuario llamativo en las fotografías o publicar videos donde bailan semidesnudas.
Con un hombre desconocido
Conocerlo en un bar, mientras espera en el bus o en cualquier otra situación. Ellas fantasean con la idea de que ese tipo que ven a lo lejos se les acerque y la conversación termine en un motel. Al igual que muchas otras fantasías, llevarlas a la realidad supone para ellas varios riesgos como el embarazo, contraer una enfermedad y la culpa por haber quedado como una mujer fácil.
Sexo con otra mujer
Las mujeres tienen mucha ventaja en el terreno de las relaciones homoeróticas: desde pequeñas tienen contacto físico con otras chicas, se toman del brazo, entran al baño juntas, se cambian en frente de otra sin pena, etc.
Esto hace que canalizar este deseo a través de una fantasía sea mucho más fácil para ellas. De hecho a la hora de pensar en un trío, ellas pueden estar más dispuestas a hacerlo con otra chica que con dos hombres.
En un sitio público
La sensación de riesgo que plantea el ser descubiertos hace de esta una de las fantasías más populares. Baños de bares, el trabajo o un parque en la noche suelen ser los lugares a los que suele asociarse.
Otras variaciones de esta fantasía tienen que ver con el voyerismo/exhibicionismo, es decir, ser vistos por otra persona de manera intencional.
Just Livin Man!