Hemos recibido un e-mail de un chico que dice “He hablado con una chica en el instituto, todo ha empezado muy bien y después de hablar con ella un rato, se quedó en blanco” escribió diciendo “Dame unas rutinas, quiero rutinas para quitarme esa sensación de incomodidad”.
Detente ahí ¡No! es un error, detente. Las rutinas tienen una función, para algunas personas la rutina es para llenar un silencio y de cierto modo sí puede ser para eso, pero la idea de las rutinas es obtener valores de la mujer, quieres conocer sus valores para provocar una respuesta, vas a calibrar la respuesta para saber cuáles son los valores de esta chica, tú estás ahí pensando “Haber si me gusta esta chica” o “Quiero saber si en cinco minutos me sigue gustando esta chica, en este momento, físicamente tiene lo que quiero, pero lo que quiero saber es si realmente vale la pena”.
Si en tu rutina estás hablando de una chica que está saliendo con un hombre por su dinero, porque quiere vivir de él, hay dos formas en que puede responder. La chica puede decir algo como “Pues sí, me parece muy bien, si hay amor es bueno, pero si hay dinero, mejor” pues así ya conoces sus valores, sobre que ella es materialista, pero todo dependerá si sus valores son parecidos a tus valores.
Es así como llegas a una resonancia con una chica, si estás hablando de temas sexuales, quizá sea una rutina que toca temas más sexuales y la chica responde con “¡Sexo! ¡Cómo puedes hablar de sexo! ¡Me da asco!” pues quizá la puedas rechazar, todo depende de tus valores, pero si la chica responde con calma, sin asustarse por temas sexuales, quizá ya estás hablando a un nivel en el que puedes estar en sintonía con ella.
La idea de las rutinas es provocar una respuesta de la chica y calibrar su estado. Otra cosa es ser arrogante delante de la chica, pues si estás haciendo esto, usando rutinas con el famoso Cocky&Funny que tiene su momento, pero constantemente tiene un efecto de escudo, tiene el efecto de que lo que parece que estás haciendo es entrar con guardia.
Si estás en la calle, alguien viene, entonces tu tienes dos respuestas, irte corriendo o subes la guardia. Si entras con una guardia tan obvia, transparente como usar el Cocky&Funny, constantemente si estás haciendo esto, la chica responderá subiendo su guardia también y el resultado es un choque de egos. Pero no lo hagas, baja la guardia, pues la vulnerabilidad es que no deberías de tener miedo de la tuya propia.
Es muy adolescente tener este miedo a la vulnerabilidad, por eso los que usan esto se convierten en arrogantes, porque saben que aún no son hombres, porque saben que aún no se pueden defender, para un adulto esto es muy transparente y las mujeres que son adultas también, ven a un hombre que es arrogante constantemente y parece un adolescente, parece un hombre que no sabe defenderse, parece un niño aún, no vas a tener nada con nadie, pues la idea es mostrar baja la guardia, mostrarte como un hombre vulnerable.
Por ejemplo, una vez estaba hablando con una chica espectacular en la calle, después de un momento quería su número y le dije claramente que la quería llamar, le di el teléfono, anotó su número pero le dice “Estoy temblando, qué nervios” ella tomo mi mano con tanta amabilidad y dijo “Me pareces muy valiente” lo estaba diciendo en serio.
Con tu valentía muéstrate vulnerable. Hay formas de practicar mostrándote vulnerable y siendo vulnerable, puede ser cada vez más cómodo tener esta vulnerabilidad, hay mejores formas de practicarlo como cambiando todos tus hábitos.
Tenemos algo que se llama la zona de confort y esta zona es lo que deberías de dejar de pensar, los sitios donde vas con frecuencia, lo que sueles comer, todo esto son hábitos, el cerebro solo te permite sentirte cómodo mientras haces lo que siempre haz hecho, no te viene nada bien, hablar con tu hermana, todo está bien pues lo haz hecho antes pero hablar con una chica que te parece atractiva, está fuera de tu conducta habitual, así que provocas miedo.
Lo que puedes hacer es ir hacia donde no sueles ir, saca temas de conversación que no sueles sacar, ve películas que no sueles ver, lee libros que no sueles leer, ve a tiendas donde no sueles ir, ponte ropa que no sueles ponerte, cambia, haz lo que puedas hacer para salir de tu zona de confort.
En el momento en que debas de salir durante el día o por la noche, usamos lo que llamamos abridores desnudos, claro que tenemos abridores que están geniales, pero para entrenar de verdad hay abridores desnudos.
Lo que solemos hacer durante el día o la noche incluso es abrir a una chica sin abridor, porque al final de todo un abridor es otra forma más de ocultar y protegerte, al final no creces como ser humano.
