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Marcos Mentales: El Premio

Este es probablemente uno de los marcos mentales más famosos en lo que a seducción se refiere. La idea es básicamente cambiar la percepción de valor que tienes de la chica con la que estás saliendo para que, en lugar de ponerla en un pedestal y ser el persecutor, seas tú un reto para ella. Adicional a estas dos visiones he querido añadir una más: cuando los demás son el premio.

1. Ella es el premio

Es el marco mental más común. El hombre se esfuerza por conquistar a la mujer y trata por todos los medios de ganarse su aprobación: citas costosas, detalles, cumplidos, arreglarse excesivamente cuando la ve, etc. Probablemente no hayas sentido ese “esfuerzo” porque estás inmerso en la tarea de atraerla (perseguirla, en realidad), pero si te sientes identificado con las líneas anteriores es muy probable que estés haciendo más por ella que lo que ella hace por ti.

Cuando colocas a una mujer en un pedestal ella comienza a perder interés. ¿A quién le puede atraer algo que no representa un reto? Ella ya se ha dado cuenta de tus continuas muestras de interés y sabe que te tiene en la palma de su mano, así que controla el juego y posterga a su antojo el cierre del trato.

¿Pero por qué los hombres actúan así? La razón de ser de este marco mental está en la sociedad y los valores que inculca la familia. Las novelas y películas están cargadas de escenas en las que él tiene que ganarse a la chica y comportarse como un perro fiel esperando que ella le de un “Sí”. Inconscientemente adoptan este tipo de mentalidad, y por consiguiente, sus resultados.

2. Tú eres el premio

Invierte la situación: Imagina que ella es quien tiene que ganarse tu aprobación. ¿Cómo actuarías en las citas? ¿Cuál sería tu actitud? ¿Quien tendría el control? Este marco mental funciona poderosamente porque te imprime una seguridad y confianza únicas al asumir el rol de calificador.

Ser el premio significa que eres tú quien evalúa si ella tiene lo necesario para ser tu novia y le estás comunicando cualidades que la harán esforzarse porque eres un hombre valioso: a veces estás ocupado, sales con otras chicas, no estás pendiente de halagarla todo el tiempo, etc.

Para una mujer físicamente atractiva esta actitud es nueva. Usualmente los hombres la están bombardeando con toda la pleitesía de este mundo, pero tú eres diferente: tú no estás detrás de ella. Además de todo esto, ella no es la única mujer en tu vida: si hay un premio tiene que haber competidoras, ¿no?

3. Los demás son el premio

Para quién estás seduciendo: ¿para ti o para los demás? En algunos hombres es típico andar exhibiendo a las mujeres cual trofeo de cacería (ver post relacionado). Aguantan sus caprichos y su inmadurez con tal de mostrarle a los demás orgullosamente que están saliendo con una mujer atractiva.

A otros les pasa justamente lo contrario. Están saliendo con una chica que emocionalmente es muy diferente a las demás pero que genéticamente no ha salido muy favorecida. Entonces la esconden, evitan que los demás los vean y cosas por el estilo, por el temor al qué dirán.

Los demás (amigos, familiares, compañeros de trabajo, etc) pasan a ocupar un papel preponderante en el curso de la relación. Algunos incluso se aferran a noviazgos o matrimonios tormentosos porque el divorcio es una señal de fracaso. Tu felicidad y estabilidad emocional no pueden estar en manos de la opinión de los demás.

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