Muchas veces cuando estamos perdidamente enamorados de una mujer o queremos impresionarla o estamos saliendo con ella queremos hacerle saber que nos gusta, le damos muchos detalles y empezamos con cartas, quizá poemas, algún detalle, algún disco y seguimos con una cadenita, unos aretes, y esto está muy bien, aquí vamos a aclarar algo, no está mal que le demuestres el cariño que le tienes a una mujer dándole detalles, esto es un acto increíble de galantería y además dar detalles en momentos no especiales es muy genial, da un toque de sorpresa.
Pero en el momento en que tú todos los días, todo el tiempo buscas darle un detalle, lo que quiera se lo das y aunque no lo quiera también le compras y le compras regalos, sin justificación alguna, esto empieza a verse mal, esto no es lo mejor, por que por un lado si la mujer es interesada va a aprovecharse de eso y va a estar pidiéndote más y más.
Quizá llegue un punto en el que tú ya no puedas darle tantas cosas y ella va a apartarse o va a portarse de manera diferente contigo, por el otro lado si ella es una mujer normal, va a sospechar de ti, por que un hombre que todo el tiempo está dando regalos que todo el tiempo está dando detalles sin justificación, llega un punto en el que incluso ella se puede sentir incómoda por que son demasiados regalos y ella no entiende por qué.
¿Qué va a pasar? Que ella comenzará a pensar que estás ocultando algo, que tu manera de darle detalles es como decirle “Gracias por estar conmigo, gracias por que nadie quiere estar conmigo, entonces te doy cosas por que estoy comprando tu compañía y estoy ocultando otra cosa mía” quizá es que soy un alcohólico, una mala persona que no me va bien en la vida, soy muy enojón y compras cosas para tapar algo de ti.
No te digo que ya no vuelvas a dar detalles en tu vida, claro que sí, da detalles y cuando te nazca, pero es mejor que des detalles más simbólicos, por ejemplo, llévala a tu lugar favorito y dile “¿Qué crees? nunca había traído a nadie aquí, eres la primera persona que traigo por que quiero que conozcas esto, para mí es especial, me gusta mucho y quiero compartirlo contigo”.
Es muy diferente a que todo el tiempo pienses en comprarle aretes, collares, peluches, chocolates, llega un punto en donde si le estás dando tantas cosas ella va a pensar ¿Por qué me está dando esto? además mandas otra señal indirectamente y es “No me siento lo suficientemente bueno para ti, siempre te estoy viendo arriba de mí, te traigo cosas como una ofrenda para tu grandeza”.
Esto no es bueno, a ti cuando te guste una mujer tienes que verla a tu misma altura, a la par contigo, como un equipo, no tienes que verla como alguien más arriba o más abajo, entonces no te percibas tampoco a ti como alguien que está debajo de ella o alguien que está arriba de ella, solamente es una mujer, es la que te gusta, es la que es especial para ti, pero no es una diosa y tampoco es tu esclava.
No des tantos detalles por que ella va a pensar que quieres comprarla o que estás tapando algo malo de ti, así que ya lo sabes, la próxima vez que te surja darle un detalle, hazlo, pero cambia éstos detalles por cosas más simbólicas o incluso mejor no lo hagas si piensas que son muchos, si piensas que llevas dos meses y la haz llenado de cuarenta cosas quizá es momento de parar.
Los mejores detalles son los que te nacen del corazón, los que son honestos y no son comprados para demostrarle a ella algo.
