Después de definir el propósito de tu viaje y quién irá contigo, es el momento de montar el guión. Sin guión no es posible comprar un boleto, reservar un hotel y mucho menos calcular los costos. Además de las nociones mínimas sobre el lugar que se visita, construir un guión significa tomar decisiones. Las siguientes preguntas y respuestas te ayudarán a trazar tu curso.
¿Cómo comenzar?
El primer paso es definir la cantidad de tiempo que tienes disponible y las ciudades que deseas visitar. Resiste a la tentación de abrazar el mundo, incluyendo 20 ciudades en 20 días para ello necesitarás otras vacaciones. Consultar un libro es ideal para cada capital o para situarse en una para 4 días enteros – es decir, sin contar el tiempo perdido en el camino al aeropuerto o estación de bus. Si tu viaje incluye una ciudad, la atención debe centrarse en la elección de los lugares de interés. Es bueno saber antes sobre las playas, museos y otras atracciones turísticas que vas a visitar, por lo que tu horario no se llenará y realmente se puede disfrutar de cada viaje.
¿CUÁNDO ES EL MEJOR MOMENTO?
En el caso de destinos sea en el extranjero, las mejores estaciones son primavera y otoño, correspondiente al período de temperaturas más suaves. Por no hablar de que los precios bajan considerablemente, al ser temporada baja. Si tienes la oportunidad de hacer tus vacaciones a una de estas estaciones, qué suerte. ¿Sólo puedes viajar en temporada alta? No te desanimes.Es mejor realizar reservas con la mayor antelación posible y preparar la mente para encontrar hoteles llenos, las playas abarrotadas y los precios tal vez más altos. En los restaurantes y atracciones, hay posiblemente colas – ten esto en cuenta al calcular el tiempo dedicado a cada actividad. Y, por supuesto, diviertete y ten buen humor.
¿VERANO?
Organiza cada día la distribución de las actividades al aire libre desde la mañana hasta las 11 de la mañana es muy recomendable, y por la tarde, después de 7 horas. De esta manera, evitarás el fuerte sol en filas y lugares de interés, estarás menos cansado. Ponte una buena dosis de cremas de protección y muchos de agua al día – un golpe de calor o deshidratación severa puede arruinar tu viaje. Estos consejos deben seguirse aún más rigurosamente si viajas con niños o personas mayores.
¿INVIERNO?
En las regiones bajas del ecuador, a excepción de la región sur, el invierno no es tan estricto. Pero si vas al hemisferio norte, busca ciudades cuya infraestructura de transporte y el turismo tenga un sistema de calefacción. Programa de actividades externas a la mitad del día, cuando el frío se suaviza por el sol. Advertencia: incluso en invierno, hay días soleados y no debes de renunciar a la protección solar. En viajes de invierno, ya sea en tu país o en el exterior, ten muy en cuenta un poco más de comida y no te olvides del transporte (obviamente si prefieres moverte en coche o en taxi en vez de caminar bajo un viento helado). Ten esto en cuenta al predecir el presupuesto del viaje.
¡ERRORES MÁS COMUNES!
Lo principal es querer “ir al mundo desconocido”, sin reservas y sin la información básica sobre el lugar que se visita. Y frente a él, con tanta información disponible en Internet, este error puede ser fácilmente evitado.
¡Pide consejos!
Sí, muchos. Si tienes contacto con personas que viven o han vivido en el lugar que quieres visitar, aún mejor. Búscalos, pide ver fotos, consegue guías prestados. En el proceso de escuchar las experiencias de los demás, sólo recuerda filtrar lo que tiene que ver con tus intereses y tus capacidades – sobre todo desde una perspectiva financiera. Además, siempre existe esa persona,que por azares del destino, tuvo una mala experiencia en una determinada ciudad, etc.
Aconseja amigos que visiten éste lugar. Las experiencias de viaje son únicas, personales y dependen de numerosas circunstancias.
¿LARGO, MÁS BARATO?
¡Sí! Y las razones son obvias. Después de unos días, a entender mejor la dinámica de tráfico, a través del cual las principales avenidas, como el transporte público y también descubrir lugares alternativos (y a menudo más baratos) para comer, pasear y hacer compras. Por no hablar de la oportunidad de mezclarse con los lugareños, que le pueden dar consejos que sólo un nativo puede dar. De hecho, para muchas personas, esto termina siendo el mejor del viaje.