Por mucho tiempo tratamos de hacer hábitos buenos en nuestras vidas, sin embargo, no somos capaces de observar aquello que realizamos todos los días eh inconsientemente nos sabotean la vida. Si juntamos todas aquellas cosas que realizamos día con día nos daremos cuenta que se ah vuelto una gran bola de nieve que evita que alcancemos lo que deseamos en la vida.
“No pierdas tu tiempo golpeando la pared, con la esperanza de que se transforme en una puerta.” – Coco Chanel
Cuando pensamos en cómo alcanzar el éxito, a menudo nos centramos en las habilidades y los hábitos que debemos añadir a nuestras vidas. Pero a veces la clave del éxito está, en realidad, en nuestra capacidad de renunciar a ciertos hábitos y comportamientos. Así que a partir de hoy…
1. Renuncia al hábito de esperar. – La forma en que gastas tu tiempo define quién eres. No puedes elegir cómo vas a morir, o cuando, sólo puedes decidir cómo vas a vivir en este momento. Créeme, dentro de un año, vas a desear haber comenzado hoy. Lee The Now Habit.
2. Renuncia a las excusas. – Tarde o temprano te darás cuenta de que no es lo que pierdes en el camino lo que cuenta, sino lo que haces con lo que todavía tienes. Al soltar, perdonar y seguir adelante, de ninguna manera cambias el pasado, cambias el futuro.
3. Renuncia a tratar de ser perfecto. – A veces tratamos de mostrarle al mundo que somos impecables, con la esperanza de ser queridos y aceptados por todos. Pero no podemos complacer a todos, y no deberíamos tratar de hacerlo. Nuestra belleza está en nuestra vulnerabilidad, nuestro amor, nuestras complejas emociones – nuestras auténticas imperfecciones. Cuando aceptamos lo que somos y decidimos ser auténticos (en lugar de ser perfectos) nos abrimos a las relaciones reales, a la verdadera felicidad y al verdadero éxito. No tienes que ponerte una máscara. No tienes que fingir ser alguien que no eres. Eres perfectamente imperfecto de la manera que eres.
4. Renuncia a hacer cosas que sabes que están mal. – No hay nada que te dañe más, que hacer algo que crees que está mal. Tus creencias por si solas no te ayudarán a crecer y prosperar, tu conducta y tus acciones sí. Así que siempre haz lo que sabes (en tu corazón) que es correcto, para ti.
5. Renuncia a los sentimientos de derecho. – Nadie te debe nada. Cuando encaras a la vida con la falsa sensación de que te deben cosas, te volverás naturalmente menos productivo y te encontrarás constantemente decepcionado con la realidad. Cuando estás agradecido por lo que tienes, y ves las cosas positivas como regalos (versus derechos que te deben) lograrás grandes éxitos, gradualmente, a medida que crezcas. Lee The Road Less Traveled.
6. Renuncia a las relaciones que quieren que seas otra persona. – El mejor tipo de relación es el que te hace una mejor persona sin querer convertirte en alguien más que no seas tú.
7. Renuncia a dejar que otros decidan lo que puedes y lo que no puedes hacer. – Para poder vivir tu auténtica vida, tienes que seguir tu GPS interno, y no la de otra persona. Cuando otros te digan, “¡No puedes hacerlo!” O “Es imposible”, no pierdas la esperanza. Sólo porque ellos no puedan, no significa que tú no puedas.
8. Renuncia a ser una víctima indefensa. – Sí, es una pena que a veces las cosas malas le sucedan a las mejores personas. La vida puede ser cruel e injusta. Sin embargo, estar atrapado en una mentalidad de víctima no aumenta tu capacidad para moverte hacia adelante y hacia arriba. Tienes que dar un paso atrás y tomar los pasos positivos para sanar y crecer.
9. Renuncia a preocuparte por los fracasos del pasado. – Acepta tu pasado sin pena, maneja tu presente con confianza, y enfrenta tu futuro sin miedo. Estás hoy donde tus pensamientos y acciones te trajeron, estarás mañana donde tus pensamientos y acciones te lleven. Lee How to Stop Worrying and Start Living.
10. Renuncia a culpar a los demás. – Sin importar si eres el dueño de tu situación o la situación es dueña de ti. Sin importar si tomas la responsabilidad de tu vida, o alguien más lo hace. La culpa es un chivo expiatorio – es una forma fácil de no tomar la responsabilidad de tus propios resultados. Es mucho más fácil señalar con el dedo a alguien o algo, que mirar en tu interior. La culpa no es constructiva, no te ayuda ni a ti ni a nadie – nadie gana en el juego de la culpa. La energía y estrés que necesitas para culpar a los demás, disminuye tu capacidad de seguir adelante y encontrar una solución real.
Y recuerda, el camino que estás tomando puede que sea el más difícil, pero no pierdas la fe. No escuches a los que dudan, no permitas que los contratiempos te mantengan bajoneado, y sobre todo, no renuncies a ti mismo.
Está bien si no sabes cuánto más puedes manejar. No pasa nada si no sabes exactamente qué hacer a continuación. Con el tiempo dejarás ir a las cosas como “deberían ser” y empezarás a ver las grandes posibilidades que hay frente a ti. Esta es tu vida – agarra el volante con las dos manos y sigue dirigiéndote a ti mismo en la dirección correcta.
El éxito depende tanto de realizar nuevos hábitos, como de eliminar aquellos que no nos dejan avanzar a lo que deseamos. Así que practica la eliminación de éstos hábitos por completo por 21 días, y observarás, que lograrás alcanzar aquellas cosas que deseabas, pero que por algún motivo, no lograbas hacer, ya que algo en tu interior te lo impedía.