Uno de los principales errores que cometemos los hombres es descuidar el aspecto físico y nuestro lenguaje no verbal cuando no estamos en una dinámica seductora. ¿Por qué nos pasa esto? Porque aún no no hemos interiorizado el cambio. La pregunta es: ¿estás trabajando en desarrollar la técnica del seductor o en ser un seductor?
El lenguaje no verbal
Aquí es donde más se nota la falta de congruencia. Cuando un hombre detecta una mujer que le interesa inmediatamente endereza su espalda, engrosa el tono de su voz y adopta una actitud confiada y segura. Está en modo ON. Realiza su abordaje pero la chica no muestra mayor interés, así que se va. Vuelve a encorvarse, mete sus manos en los bolsillos, mira hacia el piso y su voz es débil. Ahora pasa a modo OFF.
¿Estás con tus amigos y no hay ninguna chica interesante? No importa, conserva una postura adecuada, sé divertido, buen conversador. Probablemente no haya nadie a quien seducir en ese preciso instante, pero tú eres así, esté o no una chica que te atraiga.
La apariencia
¿Has notado que tanto hombres como mujeres se esmeran en arreglar su aspecto cuando van a las discotecas? Saben que van a encontrar cualquier cantidad de parejas potenciales, así que es mejor acudir al “pavoneo” para llamar la atención del sexo opuesto.
Sin embargo, la cosa cambia los días comunes y corrientes. Los hombres lucen con la barba descuidada, no se esfuerzan por combinar los colores o simplemente salen en pijama a comprar el desayuno. Esmérate por cuidar tu apariencia, la seducción no tiene lugar sólo en bares o discotecas, cualquier día en una cafetería puedes ver una mujer atractiva y con un vestuario adecuado podrás acercarte con más confianza.
Dentro de la relación
También sucede que cuando la relación comienza el otrora bien vestido e interesante pierde su encanto. “¿Si ya tengo novia para qué esforzarme?”. Pues bien, ese descuido personal cobrará su tarifa cuando ella comience a dejar de sentirse atraída por ti.
Otro error es descuidar nuestras habilidades. El marco de fidelidad le impide a más de uno seguir practicando abordajes (cargo de conciencia) o simplemente se desentienden de las conversaciones con otras mujeres. Cuando finalmente terminan su relación se dan cuenta de que están “oxidados” porque no se han ejercitado y retomar el ritmo les cuesta mucho trabajo.
Estados emocionales
Dependiendo de los vaivenes emocionales, muchos se visten bien cuando se sienten bien y lo hacen mal cuando pasan por un momento depresivo. Es natural que el estado anímico influya en nuestra actitud y comportamiento, pero también es posible jugar a la inversa.
Simplemente sonríe. El sólo hecho de cambiar la fisonomía del rostro con un gesto te coloca una dinámica positiva. Con la ropa sucede lo mismo, cuando nos “toca” usar un traje para ir a un evento especial se activan sentimientos de seguridad y confianza porque lucimos más atractivos. Deshazte de esas prendas viejas y feas que tienes guardadas “por si acaso no tengo nada más que ponerme”. Cuando tu única opción es vestirte bien difícilmente vas a decaer anímicamente por tu apariencia.
Aunque al comienzo la seducción parezca una cuestión de frases y rutinas, en realidad se trata de que desarrolles una personalidad y un estilo de vida más atractivos. Eso es ser la mejor versión posible de ti mismo. Conforme pasa el tiempo te encontrarás a ti mismo seduciendo a otras mujeres sin siquiera tener esa intención, lo harás porque ya eres un seductor.
Just Livin Man!