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Idealismo y Autoengaño

Uno de los principales errores cuando se habla de enamoramiento es idealizar a la otra persona. ¿A qué me refiero por idealismo? Es sencillamente ver a la otra persona como nos gustaría que fuese en un mundo de fantasía en el que no hay defectos, o estos carecen de importancia. Es ver los pros sin los contras, ponerle la etiqueta de “perfecta” sin el menor asomo de duda y pasar por alto cualquier tipo de falla. Eso es autoengañarse: creer ciegamente que la otra persona es perfecta, que no se equivoca, que no es infiel, que si la relación va mal es exclusivamente por tu culpa, etc.

Principales víctimas

Aunque hombres y mujeres caen en esta trampa, los que con mayor frecuencia mitifican a su pareja suelen ser los románticos, los chicos buenos y en general todos aquellos devotos de las historias con finales felices y el amor a primera vista. Son vulnerables porque desean ser los protagonistas de la historia en la que ambos “son el uno para el otro”, y en ese sentido están en continua búsqueda de la mujer perfecta, el hombre perfecto, la cita perfecta, la relación perfecta, el matrimonio perfecto, etc.

Otra víctima es el necesitado. Un hombre que sale con varias mujeres difícilmente se enamorará ciegamente de una desconocida, sabe con certeza que detrás de una cara bonita también hay defectos y las otras chicas le ayudarán a contrastar personalidades. Pero un hombre necesitado es como un viajero en el desierto: conforme se alargue el viaje, la sed y el cansancio lo pondrán a ver espejismos y oasis inexistentes. Es lo que quiere y necesita ver, pero no es lo que en realidad existe.

Un idealista siempre omitirá lo que no le gusta de la otra persona o la relación, y pondrá el peso de la balanza en el lado de las virtudes para sentirse bien.

En las relaciones afectivas

Si bien el idealismo es predominante en las primeras fases de seducción (cuando apenas estamos conociendo a la otra persona), las relaciones de pareja no son ajenas a este mal. Cuando un noviazgo pasa por un mal momento producto de conflictos, infidelidades o desamor, lo lógico sería terminar de una vez por todas con ese asunto. ¿Pero cuántas parejas no se aferran ciegamente a la esperanza de que todo cambie?

Es muy difícil aceptarlo, así que la mente comienza a fabricar una relación de fantasía en la que la otra persona cambia y se perdonan el uno al otro como si nada hubiera pasado. Mientras tanto las peleas y la frustración siguen día tras día.

En la mayoría de casos la peor parte la llevan las mujeres. Son quienes más se ilusionan y precisamente a quienes les falta más carácter a la hora de decir adiós. A algunos hombres también les pasa, así que no te confíes.

La clave está en los defectos

Es fundamental tener claro y ser 100% consciente de que la persona que tienes al frente no es perfecta. Es imposible, los defectos forman parte de nuestra vida. Si te sientes atraído hacia una chica bájala del pedestal. Ser consciente de que ella también se equivoca y tendrá cosas que no te gusten te ayudará a relajarte y restarle importancia a la cita.

No negocies con tus principios

Firmeza y carácter son dos palabras que deberías grabar en piedra cuando se trata de tus principios. Todos tenemos una serie de reglas definidas (aunque no siempre de manera explícita) con las cuales no estamos dispuestos a negociar. Sin embargo, al idealizar a una persona algunos empiezan a ceder hasta el punto en que es ésta quien termina por dirigir controlar sus vidas.

Si algo se sale de tus principios corta inmediatamente esa conducta. Un ejemplo clásico es la infidelidad: muchos la condenan, pero cuando se es víctima muy pocos tienen el carácter para mandar al carajo al que traiciona.

Uno de los principales mitos y creencias que se encuentra en la misma línea es el amor a primera vista. Ese será el tema del próximo post.

Just Livin Man!

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