Saber dirigir la conversación con la chica con la que estás saliendo es esencial no sólo para comunicar aquellos valores que te hacen atractivo, sino también como herramienta para construir una conexión emocional. Puedes tener el mejor vestuario y el lenguaje corporal más sólido del mundo, pero si tus interacciones son vacías y carecen del factor interés estás perdido.
Estos son algunos de los elementos más importantes para ser un buen conversador con las mujeres (puedes complementar este post con Storytelling: El arte de contar buenas historias):
1 – Sentido del humor
Mucho se ha hablado sobre lo imperativo que es mostrarse como un hombre divertido. Hacer reír a una chica durante la cita crea una sensación de bienestar y, como es lógico, ella volverá a querer salir contigo.
La clave en este punto es alternar entre lo cómico y lo dramático. Una cita donde la bombardeas con un chite tras otro te hará ver como un payaso, pero si lo mezclas con una personalidad seria y misteriosa lograrás que esos altibajos emocionales causen un impacto emocional.
2 – Improvisación
Improvisar y extraer de cualquier situación un tema para hablar es una de las habilidades que más te conviene desarrollar. Es útil para iniciar una conversación sin necesidad de acudir a una rutina, y además te ayudará a salir rápidamente de esos silencios incómodos.
Un ejercicio que puedes hacer es tomar un elemento cualquiera del entorno y elaborar en menos de tres segundos una pregunta. Ejemplo: Vas por el centro comercial y ves un restaurante de carnes. Una pregunta rápida es “¿qué opinas de los vegetarianos?” o “¿cuál es el mejor restaurante al que has ido?” (no las utilices, se me acabaron de ocurrir mientras escribía).
Si desarrollas el ingenio y la creatividad para improvisar nunca te quedarás sin tema para hablar.
3 – Escucha atentamente
Durante una cita es muy común que salgan a flote historias sobre los viajes o el trabajo. Tú puedes utilizar las palabras clave en la historia de ella como gancho para que cuando te llegue el turno tengas algo que contar.
El truco es muy sencillo, es cuestión de encontrar puntos similares y enlazarlos con una historia tuya. Si ella habla de lo ameno que es su trabajo, tú puedes hablar igualmente del tuyo o de alguno que tuviste en el pasado. Lo mismo puedes hacer con los viajes y lugares que has conocido.
Además de que le das continuidad a la interacción, tienes otro punto a favor y es que esa empatía da pie a la conexión emocional.
4 – Usa preguntas abiertas
Simple, no quedes en preguntas tipo entrevista de trabajo: “¿Estudias o trabajas?”, “¿En qué trabajas?”. Dejan entrever necesidad, falta de creatividad y son demasiado predecibles.
En lugar de preguntarle qué hace en su trabajo o dónde queda su oficina, pregúntale qué es lo que más disfruta. Si el tema va por el estudio pregúntale igualmente qué es lo que más le gusta de su carrera. Si caíste en cuenta ambas respuestas la colocarán en el terreno de lo positivo.
De las respuestas que te de pueden salir muchas otras cosas, así que escucha atentamente lo que ella te está diciendo.
5 – Utiliza tus manos para expresarte
El cuerpo es tu instrumento para darle un mayor impacto visual a tus historias. Un error en este punto es dejar los brazos completamente estáticos mientras hablas o con las manos en los bolsillos.
Una buena historia se convierte en una historia inolvidable cuando la acompañas usando tus brazos y manos. Incluso puedes aprovechar para incrementar el contacto físico si ves la oportunidad como parte de la conversación.
Just Livin Man!