Terminar una relación bien puede ser una de las partes más incómodas, tanto si hablamos desde el punto de vista de los seductores, como de las mujeres que simplemente ya no se sienten atraídas ni experimentan el mismo grado de conexión emocional.
Pero independientemente de las motivos que te lleven a cortar con tu pareja, hay una serie de aspectos clave que te ayudarán a hacer un poco más fácil el proceso y evitar tantos traumatismos la hora de decir adiós.
Evita hacerlo en días especiales
En la medida de lo posible evita anunciarle la ruptura a tu pareja en fechas cercanas a su cumpleaños, el aniversario de ambos, San Valentín o cuando esté atravesando por una circunstancia particular como la muerte de un ser querido.
Sin Rodeos
A veces darle vueltas al asunto sólo hará que se generen sospechas que no tienen nada que ver con el motivo real de la separación, o incluso darle la oportunidad a tu pareja de que te convenza. Sé muy puntual a la hora de terminar, pero recuerda que no estás obligado a darle explicaciones o justificar tu decisión.
Prepárate para el duelo
El dolor que produce la ruptura no es asunto exclusivo de las mujeres. Si bien ellas son mucho más emocionales que nosotros, la actitud del seductor inamovible muchas es veces es una simple fachada.
A los hombres también nos afecta la separación de una u otra forma, así que siéntete en plena libertad de desahogarte, en lugar de reprimir tus emociones.
No a los puntos suspensivos, sí al punto final
Uno de los errores más comunes en las parejas que terminan una relación es dejar la puerta abierta. Por más justificada que sea un ruptura, a veces la dependencia afectiva le impide a uno de los dos asimilar la ruptura y vuelven una, y otra, y otra vez.
Entre más sólida sea tu decisión más fácil será ponerle punto final a la relación. Evalúa igualmente si quieres romper sólo por un disgusto o es algo realmente necesario.
Anticípate a las preguntas de tu pareja
Las cosas no son tan simples como decir: “Los siento, terminamos, la pasé bien, gracias por todo. Adiós”. Prepárate para todo el arsenal de preguntas que se vienen encima: ¿qué pasó? ¿por qué? ¿hay alguien más? ¿qué podemos hacer para cambiarlo?
Sin embargo, con todo y que tengas una respuesta puntual para cada una de esas preguntas, siempre va a ser un momento incómodo y lo peor de todo, vas a ser el malo de la película porque eres la persona que clava el puñal.
Just Livin Man!