Casi todas las mujeres en dos puntos de sus vidas conocen a dos pretendientes que las hacen entrar en conflictos, por un lado están los hombres respetuosos, caballerosos y detallistas y por el otro lado están los patanes, los idiotas o los irresponsables.
Podríamos hacer una serie de artículos de este tema para explicártelo, pero esta vez te la vamos a contar de una manera resumida. A las mujeres les gusta un hombre que sea detallista, respetuoso y las quiera, también les encanta un hombre seguro de sí mismo que no tiene miedo de quedar mal con ellas de vez en cuando, pero también les encantan los gestos románticos de los chicos buenos, pero las vuelve locas un hombre que es descarado con ellas, vive en su mundo y las hace vivir emociones intensas.
A una mujer le encanta que la escuches y te preocupes por ella, pero les encanta un hombre que no se toma la vida tan en serio, siempre viviendo aventuras. La mejor manera de enamorar a una mujer es que ella se sienta cómoda contigo, el problema de los hombres buenos es que tienden a ser monótonos, aburridos y predecibles, pero también el problema con los hombres patanes es que muchas veces caen en lo engreído, egoísta e infantil además de ser inmaduros, a una mujer le gustan las cosas tranquilas, quieren que las lleves a cenar, pero a veces también prefiere darse una escapada en moto y hacer algo divertido.
Una mujer quiere a un acompañante en el que pueda confiar, pero también un cómplice con el cual pueda vivir y hacer muchas estupideces, el chico bueno es el que puede darle estabilidad y tranquilidad, pero el chico malo le puede dar momentos increíbles porque es impredecible y vive bajo sus propias reglas.
El buen hombre es que se preocupa por su vida y su futuro siempre teniendo planes, el chico malo no hace planes le gusta vivir al día y tan sólo improvisa, el chico bueno es discreto, no le dice que le gusta, se lo demuestra con hechos, el chico malo tan sólo le dice que le gusta.
El chico bueno le dice siempre que se ve muy linda, el chico malo le dice que se ve muy sexy, el chico bueno siempre está ahí para ella, es su todo, en cambio para el chico malo está para él, no se desvive por ella.
Vamos a resumir, el chico bueno es serio, caballeroso y detallista, se preocupa por las mujeres y las escucha, las mujeres saben que él es un buen partido y les va a dar estabilidad, además es buen acompañante, pero a veces a las mujeres les parece aburrido y monótono, ya que siempre está ahí, no les representa un reto.
El Chico malo es aventurero, tranquilo y relajado sin tener miedo de ser quien es, no tiene miedo de hacer estupideces, es muy aventurero y hace que las mujeres pasen un buen rato, además es impredecible, eso hace que las mujeres quieran estar con él, también es un buen cómplice, pero muchas veces cae en lo inmaduro e inestable, además no se preocupa tanto por ellas y tarde o temprano lo verán como una montaña rusa emocional que les hace mucho daño.
¿Entonces qué es mejor? ¿Ser el Chico bueno o el malo? ¡Ninguno! Probablemente la chica deje a ambos, del chico malo se va a cansar y del bueno se va a aburrir. No tienes que ser ni uno ni otro, lo importante es que combines ésta dualidad que tienes de chico bueno y malo para sacar lo mejor de ti, no tienes que ser ni uno ni otro, sólo procurar quedarte en medio, no tengas miedo de salir de tu zona de confort y ser un cóctel, lo importante es que mezcles tu lado atento y caballeroso y salvaje para sacar lo mejor de ellos.
Sí, se caballeroso, pero también sé un poco descarado, sé un buen compañero, pero también un buen cómplice en estupideces, ten gestos románticos pero también sé sexual y atrevido, hazle saber que siempre estarás ahí para ella, pero también sé impredecible, ten metas sueños, no descuides tus responsabilidades, pero también aprende a vivir el día a día intensamente.
Sé formal con ella, pero no te tomes la vida tan en serio, aprende a relajarte y a romper las reglas de vez en cuando, preocúpate y demuéstrale que para ti es especial, pero nunca te descuides a ti, no todo se trata de ella, cosiéntela y respétala, pero también hazla reír y moléstala, ten seguridad en ti mismo y demuéstrale que te vale lo que piensen los demás de ti, sé responsable y maduro, pero de vez en cuando no tengas miedo de ser un poco juguetón e inmaduro.
Sé predecible para darle estabilidad emocional, pero impredecible para que ella a tu lado siempre viva una aventura, ella se volverá loca por ti y eventualmente tú por ella. Así que ya lo sabes, no seas completamente un chico malo, pero tampoco el príncipe de disney que cae en lo aburrido, la práctica hace al maestro, un seductor lo sabe, no tengas miedo de explorar tu personalidad.