Tus mejores intenciones de perder peso se enfrentan a la tentación. Aprende a reforzar u fuerza de voluntad y mantén alejados a los kilogramos de más.
Ahí estaba, para que lo tomaran, después de una carrera grupal de ocho kilómetros. Pasé cerca de mi restaurante favorito de comida para llevar. Mi estómago se quejaba, o más bien exigía comida, pero mucha. Y yo tenía un licuado en casa para recuperarme, pero esto era mucho más rápido. Además, merecía una recompensa depués de quemar 800 calorías. ¿Qué tiene de malo con un pemio suculento por mi compromiso con la salud?
Así que entré en el carril para hacer mi orden.
Mi fuerza de voluntad fláquó. Si, me habí a llevado a correr como me lo había propuesto, pero se devaneció cuando más la necesitaba. Cualquier pérdida calórica que tuve la recuperé de inmediato. ¿Porqué no pude decir “NO”?
Resulta que la fuerza de voluntad no es simplmente fibra moral densa. Descubrimientos científicos recientes sugieren que las buenas decisiones y la malas elecciones se toman en la materia gris suave del lóbulo frontal. Tu fuerza de voluntad es fuerte, te ayuda a combatir la tentación, prevenir las comilonas, escoger sabiamente tus alimentos y seguir motivado.
Pero es un recurso que se agota. Foméntalo, mantenlo y desarróllalo con este plan de seis puntos.
Para ello, hemos crearo ésta sección o serie de artículos tratará sobre todo, de cómo podemos evitar esos atracones, evitando lo que nuestro cuerpo no necesita. Creando una gran fuerza de voluntad, que evitará cualquier cosa que nos haga mal a la dieta que llevamos.